lunes, 24 de septiembre de 2007

Ana y el dinosaurio

Hay buenos motivos para sostener que la ex rectora de la Universidad Nacional del Comahue y vice-gobernadora electa, Ana Pechen, tiene estrechas relaciones con el mundo de los dinosaurios.
Su “desembarco” en la UNCo, gestado, promovido y concretado por el extinto ministro ultra-sobischista, Jorge Gorosito, se asemejó al impacto de ese asteroide que, según dicen los que saben, acabó con la mayor parte de los dinos hace unos 65 millones de años. Dicho en criollo: al cabo de cuatro años de gobierno, Ana dejó una universidad al borde de la extinción. Algún lector sutil dirá que la metáfora es inapropiada porque, en rigor, Pechen fue la más devota protectora de los dinosaurios de la universidad. Como sea, Ana tiene algo que ver con estos bichos.
Otra visible relación de Ana con los dinosaurios es su alianza explícita con la familia Sapag. Nadie olvida que en sus últimos estertores, el sector “amarillo” del MPN, liderado por el eterno don Fe, adoptó un dinosaurio como símbolo de campaña (ignorando, acaso, que justamente “dinosaurios” era el apodo que se le daba por aquellos años a la corrupta cúpula del PRI mexicano). Y aunque Jorge Sapag, compañero de fórmula de Ana, tomó cierta distancia de los dinos familiares, sigue siendo astilla del mismo palo (o espécimen del mismo linaje).
La reciente foto de una exultante Ana junto al “gordo” Hugo Moyano es otra señal inequívoca de la afición de la vice por los “lagartos terribles”, especialmente los predadores.
Será por todo esto que ahora Ana también tiene dinosaurio propio. Sí, un dinosaurio de por aquí nomás lleva el apellido de Ana. Hagan la prueba: en Google escriban Muyelensaurus pecheni, y después me cuentan.
O mejor les cuento ahora. En poco tiempo más se publicará en la revista especializada brasileña Arquivos do Museu Nacional un artículo titulado “Muyelensaurus pecheni. Un nuevo saurópodo titanosáurido del Cretácico Tardío de Neuquén”. Se trata de una bestia que pertenece a un género y una especie nuevos, según lo indica (en jerga científica que omitimos) el título del artículo.
Los autores del paper son los paleontólogos Jorge Calvo, Juan Porfiri y Bernardo González-Riga, miembros del Proyecto Dino, una iniciativa científico-turística de la UNCo instalada a orillas del lago Los Barreales (http://www.proyectodino.com.ar/). La escueta información que aparece en Internet no permite conocer el o los motivos semejante homenaje a la Dra. Pechen. Pero es bastante común que los paleontólogos usen los nombres de sus benefactores cuando se trata de designar una nueva especie. Por ejemplo, el titanosaurio Futalongkosaurus dukei, recientemente descripto por estos mismos autores y hallado en este mismo yacimiento, lleva inscripto un reconocimiento al financiamiento otorgado por la empresa Duke Energy, operadora de la central hidroeléctrica de Planicie Banderita y de la central térmica Alto Valle.
En fin, Ana no puede quejarse: hizo su trabajo en la UNCo, llegó a la vicegobernación y ahora tiene la inmortalidad asegurada en el nombre de un dinosaurio bien popular y bien neuquino.

martes, 18 de septiembre de 2007

Tomar una coca con vos

Hace unos años me regalaron A people's history of the United States, un librazo de Howard Zinn. En el señalador, había un poema de Frank O'Hara. Estuve releyendo a Zinn y me detuve, por primera vez, en el poema de O'Hara. Y me gustó, y decidí traducirlo. No soy de leer poesía; no la entiendo (no sé si hay que entenderla). Como sea, aquí van los versos de O'Hara, poeta neoyorkino (1926-1966), experto en artes plásticas (como podrán apreciar). Si hubiese podido hallar una traducción en la web, les habría ahorrado la mía, que es apenas un ejercicio bastante precario y tal vez antojadizo. Ah, el formato del blog no me deja acomodar bien los versos, así que quedará como blogspot mande...
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Tomar una coca con vos es incluso más divertido que ir a San Sebastián, Irun, Hendaya, Biarritz, Bayona
o sentir náuseas en la Travesera de Gracia en Barcelona
un poco porque en tu camisa naranja te parecés a un San Sebastián mejor y más feliz
un poco porque te amo, un poco por tu amor al yogur
un poco por los fluorescentes tulipanes naranjas alrededor de los abedules
un poco por el secreto de nuestras sonrisas frente a la gente y las estatuas
es difícil creer cuando estoy con vos que puede haber algo tan rígido
tan solemne tan desagradablemente definitivo como las estatuas cuando justo frente a ellas
en la cálida luz de Nueva York a las 4 en punto vamos y venimos
entre unos y otros como un árbol que respira a través de sus adornos
y parece que no hay ningún rostro en la muestra de retratos, sólo pintura
de golpe te preguntás por qué diablos alguien los hizo
Te miro
y prefiero mirarte a vos antes que a todos los retratos del mundo
excepto, posiblemente, El Jinete Polaco, de vez en cuando, que de todos modos está en el Frick
que gracias a dios todavía no visitaste así podemos ir juntos por primera vez
y el hecho de que te muevas con tanta belleza de algún modo se ocupa del Futurismo
del mismo modo que en casa nunca pienso en el Desnudo bajando una escalera o
cuando ensayo en uno de esos dibujos de Leonardo o Miguel Ángel que solían asombrarme
y de qué les sirve a los impresionistas toda la investigación que se hace sobre ellos
cuando no tuvieron a la persona indicada parada junto al árbol al caer el sol
o lo mismo con Marino Marini cuando no hizo el jinete tan cuidadosamente como el caballo
parece que a todos se nos escamotea alguna experiencia maravillosa
pero yo no voy a dejarla pasar y es por eso que te digo todo esto.
Frank O'Hara (1960)